Consumo combinado de tabaco y cannabis: una revisión de los factores de riesgo familiares

El objetivo de esta revisión ha sido la búsqueda e identificación de variables y/o características del funcionamiento familiar que inciden en el consumo de tabaco y cannabis de los miembros más\r\njóvenes de la familia. A pesar de que existen diversas teorías y modelos que explican el consumo\r\nde tabaco y cannabis (de forma separada o conjuntamente) por parte de los más jóvenes, los\r\nfactores de riesgo familiares juegan un papel determinante en el consumo de ambas sustancias. La discriminación entre los adolescentes que consumen más o menos tabaco y cannabis viene dada\r\nen función de una educación familiar sin normas bien establecidas, de la existencia de consumo de\r\nambas sustancias por sus progenitores, deficiente interacción con los padres (especialmente con\r\nla madre), exigua identificación con los padres y escasa cohesión familiar. Además, la propia familia determina muchos de los factores biográficos de la vida del adolescente. En cuanto a la diferenciación por género, las chicas fuman más tabaco que los chicos frecuentemente para hacer frente al estrés, por el mayor nivel de conflicto con los padres e incluso como método instrumental para aumentar la autoestima. Los chicos fuman más cannabis, en la mayor parte de los casos mezclado con tabaco, por la baja percepción de peligrosidad y fácil accesibilidad. Finalmente, la mayor frecuencia de consumo de cannabis y/o cannabis con tabaco está relacionada con una también mayor frecuencia de consumo de solo tabaco, y viceversa, es decir, el consumo de cualquiera de las sustancias es un predictor significativo del patrón de consumo de la otra sustancia.